Tu pausa

Existen amores soberbios, osados; puro preámbulo y ruido. Son esos que llegan de pronto y, con idéntica prisa, se han ido... Suelen ser solo ilusión, confusión... idilio.
Hay otros, en cambio, que  te mantienen vivo. Caminan con vos, de tu mano, son tu calor, tu abrigo; paréntesis en eternas horas y en cada silencio, un sonido...
Un tercer grupo y quizá, los más repetidos, aquellos que por temor, por dudar, no admitimos. Suelen ser algo más frágil y a lo mejor, prohibidos; sin duda los más traicionados, abandonados... perdidos. Son los que te hacen sufrir, enojar, llorar... dar gritos.. Pero esos, los más negados, los tan reprimidos, son  herederos de un don que reivindica el dominio.  No quiere el azar (o algún Dios) que se mantengan contigo mas, hay algo que no pueden quitarles, es algo mágico, una quimera (¿un delirio?); solo una pausa,  un recreo (un descuido), para que puedas creer, sin soñar, solo una vez y un ratito... 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...